Se dijeron de esta obra, vacuidades de triste memoria. Que
la novela no
era tal cosa, si no un mero guión de cine, por
ejemplo. Y quizás ese fue el mayor logro de Osvaldo. Con
su economía de lenguaje, sus
frases cortas y sus historias escénicas generó, que
la historia sea
cognoscible para el pueblo argentino o extranjero, con todas sus
idas y vueltas.
Cuando hizo la presentación de este libro, el
mismo Soriano expreso: ["Quiero intentar un modesto fresco de
este clima atroz que
negamos cada
día…"][6]
En cuanto a los personajes son como el señalaba,
prototipicos, muy parecidos a los mortales:
Ignacio Fuentes:
[-"Dicen que no soy peronista/-¿Qué no es
peronista?-el placero se rió-; yo lo vi a usted alas
piñas acá con Guzmán por defenderlo a
Perón/-Los meto presos/El viejo placero se
quedo pensando/-¿y que dice el comisario?/Ignacio
recibió la pregunta como un hachazo…"]
["El calor era
insoportable/Ignacio camino hacia la esquina/ A los 51
años había perdido demasiado pelo como para andar
sin gorra bajo el sol/
Sintió transpiración en el cuello; la camisa se le
pegaba en las axilas y bajo la correa de la escopeta//
-¡Ignacio!- el grito lo detuvo. Se dio vuelta y vio a su
mujer que
corría hacia el. Llevaba un cinturón con cartuchos.
/ -Te los olvidaste// La miro con una leve sonrisa/ -¿No
me trajiste la gorra?"//]
[7]
Mateo: ["¡Pero don Mateo de que va a vivir!
¡Tiene la señora enferma y la hija estudia en
Tandil!"]
["Entraron a la municipalidad/Ignacio cerro la puerta de
acceso/ En la oficina Mateo
estaba solo, encorvado en una silla/ Su cara se había
vuelto pálida/ Al ver al delegado se puso bruscamente de
pie// -¡Don Ignacio! ¡Nos quieren echar, don
Ignacio!/ -Toma la escopeta. Vamos a resistir/
-¿Qué pasa, don Ignacio?/ -Dicen que somos bolches/
¿Bolches? ¿Cómo bolches? Pero si yo siempre
fui peronista…, nunca me metí en
política…"][8]
Suprino: ["Suprino parecía decidido, seguro de lo que
iba a hacer/ El sabría entenderse con los militares,
conocía a algunos de ellos/ El problema seria como
pasarles un paquete tan delicado…// -No te van a creer lo
de los comunistas- dijo/… Ni falta hace que se los diga.
Para ellos, cuando un tipo como Ignacio saca una escopeta es como
si se les apareciera el diablo…"//]
["…Suprino volvió al coche, salio a la ruta y
acelero/ Ahora, en la radio cantaba
Rivero/ El secretario del partido puso el auto a 140
kilómetros y sintió que el viento lo empujaba de
costado/ Estornudo/ Pensó que iba a resfriarse/ En el
comando tendrían aspirinas"]
[9]
Moyanito: [-"¿Cuánto ganas, Moyanito?/
-Ochenta y tres mil, mas o menos/ -Te nombro director de parques
y jardines y te aumento a ciento veinte mil/- Gracias don
Ignacio, no sabe la falta que me…"]
[10]
Cerviño: ["…Intento sacarlo del
avión/ Cerviño se quejo y cayo de costado/
-Dejame…, los hicimos mierda… ¿Estas
ahí, Juan?/ -Si, hermano, si/ -Decile a don Ignacio que me
jugué por el…, que soy peronista y…que no
les afloje…cuando el general lo sepa va a estar
orgulloso…".] [11]
Caracterizan diversas personas, habitantes de un pueblo
de Bs.As, con un mismo ideal partidario político.
Con respecto a "Cuarteles de invierno",
caracterizado muchas veces como la segunda parte del libro ya
mencionado. En "Cuarteles de invierno"
Osvaldo Soriano a través de un lenguaje simple y dos
personajes resume lo que ocurrió en nuestro país en
la década del 70. Un boxeador pronto a su retiro y
un cantante de tango mediocre,
viven en carne propia todo lo infame de una época oscura
["… La puerta de la pieza estaba abierta.
Habían revisado mi valija sin tomarse el trabajo de
acomodar nada. La cama estaba deshecha y el colchón
colgaba hasta el piso. Llamé a la vieja/ eran tres
señores armados. Ya vinieron otras veces, cada vez que
llega al pueblo alguno que no conocen vienen a
mirar…".][12].
Los dos personajes solitarios cruzan sus
caminos en una estación de trenes, donde se le presenta al
lector una pista de lo que va a ocurrir, un soldado que los
detiene y les pide todos sus datos y el motivo
por el que están en Colonia Vela.
El motivo simplemente cantar y pelear, nunca imaginarse
lo que ocurriría después.
Ante la negativa de un autógrafo la historia comienza a
arrastrarlos, porque así es la historia argentina. Su
plan es irse
al día siguiente a Buenos Aires; no
tienen en cuenta que hay una dictadura;
ellos solo quieren actuar en una fiesta para el pueblo, pero
toman conciencia de que
la fiesta la dan los militares.
Allanamientos, golpes y una pintada frente a la iglesia del
pueblo que decía: "Andrés Galván, cantor
de asesinos" son prueba de que algo en ese pueblo chato
de calles anchas los estaba esperando ["… los soldados
habían pintado la pared con cal aún podía
leerse/ Andrés Galván/ cantor de asesinos/ -espere
que se vayan-dije/ el jeep arrancó y cuando doblo la
esquina cruzamos la calle/ Desde cerca el letrero se leía
más claramente:/lo habían escrito con aerosol negro
y hubieran hecho falta cinco manos de pintura blanca
para taparlo/ En la ochava podía leerse todavía lo
que yo buscaba/ Tome de un brazo a Rocha y la llevé hasta
allí/ se quedo mudo, acercándose y
alejándose de la pared recién teñida de
blanco para convencerse de que no era una ilusión./ en
cada Rocha/un torturador
…".][13] Así que
Rocha y Galván, dos personas que por su oficio
están aparentemente afuera de la política, empiezan a
ser sospechados de comunistas. Una vez mas Osvaldo Soriano
ínter cruza la realidad con la ficción
haciéndonos ver que en la ultima dictadura nadie estaba
exento y que la persona mas
neutral podía ser la marca de quienes
con violencia y
abuso dejaron un dolor difícil de olvidar.
La irrupción de otro personaje como "Mingo, el
ciruja del pueblo" trata de poner fin a la indiferencia de
ese pueblo que aplaude de pie a la los torturadores.
La solidaridad de
Mingo con Galván lo hace creador de su propia muerte, ante
la cual los dos personajes toman conciencia y recuperan fuerzas
para poner fin al abuso de los militares y enfrentarse a
ellos.
"El Gordo" intenta mostrar a través de la pelea entre
Rocha y Sepúlveda, el boxeador militar, la lucha del
pueblo (Rocha) contra el estado de
facto (Sepúlveda).aunque el final sea un cuerpo dolorido
con huellas que no cicatrizaran jamás.
Soriano demuestra su poderosa conciencia civil y hace un
enjuiciamiento a toda la sociedad
argentina de aquellos tiempos, cuando se cerraban los ojos al
genocidio. Esta denuncia queda al descubierto a través del
final de la novela en donde
Galván lleva a Rocha en una camilla hacia la
estación de trenes, y todas las ventanas del pueblo
están cerradas, no hay un solo gesto de solidaridad. El
único es el del loco del pueblo, mingo, que termina
colgado de un árbol.
Coincidimos con Ricardo Piglia quien dice: "Cuarteles de
invierno es, tal vez, el mejor libro que se escribió en el
exilio sobre la dictadura argentina, porque no es un libro con
una denuncia directa, ni cuyo contenido explicito esta ligado a
las atrocidades y a los horrores que conocemos. Es una
metáfora concentrada en el enfrentamiento de ese boxeador
que se ve obligado a luchar con el hombre que
había elegido el ejército.
"[14]
Con estas dos ejemplificaciones bibliográficas,
intentamos dar cuenta de cómo sus textos fueron
crónicas de un país desvastado. Y también de
su rol intelectual, su compromiso para con la sociedad, a partir
de su estilo antiacadémico y su línea absolutamente
diferente, a la de los autores latinoamericanos- según
Italo Calvino.
Autor que también comparo la trayectoria de Soriano con
la de Hemingway: novelista y periodista estadounidense, que
abandono la escuela para
empezar a trabajar de periodista, cazador y pescador. Fue uno de
los primeros escritores que aunó el lenguaje
periodístico y literario.
El ya citado Hemingway, Chandler, Matheson, Quiroga, Arlt,
y Cortazar fueron
algunas de sus influencias. De este ultimo, podemos citar una
semejanza de propuestas y propósitos en cuanto a sus
productos
literarios. Con la novela "Rayuela" propuso al lector un cambio radical
en sus hábitos mentales frente al texto
literario que implicara una mas activa participación ante
una obra de arte dada. Con
respecto a esto, Claudio Díaz, en sus "Breves reflexiones
sobre literatura y
política" argumenta: La mejor literatura nos
obliga a la "reflexión crítica" y en este sentido nos devuelve al
lugar del "ciudadano" que la metafísica
del mercado nos ha
escamoteado… Una lectura
política debe buscar en las tramas del discurso
literario todo aquello que permita ver las contradicciones y
desgarramientos de nuestra sociedad. Leer políticamente,
es establecer una línea de resistencia a la
omnipresencia metafísica del mercado, a la
naturalización de la exclusión, a la
resignación y al
olvido[15].
En cuanto a Arlt y Quiroga se asemejo en su pertenencia a un
"Nuevo periodismo" y
la posibilidad de crear los acontecimientos, trascender el
realismo,
universalizar el dialecto bastardo e integrar temáticas
marginales.
Sintetizando o intentando resumir este aporte muy
valioso de Soriano con respecto a la mutua relación entre
política y literatura, y retomando la segunda
cuestión que mencionábamos al comienzo,
acerca de la toma de la palabra, publica, de una palabra que
interviene en la vida social, "el gordo" intervino causando
discusión, su permanencia y la insistencia en construir
una patria en la que sus habitantes puedan sentir que
están buscando lo mejor para todos y no la fortuna de unos
pocos.
CONCLUSIÓN
Después de haber leído y de hacer un humilde
análisis de "Cuarteles de invierno" y
"No habrá más penas ni olvido", no nos
quedan dudas de la genialidad de las obras de Soriano.
Ambas novelas son un
registro claro
de lo que pasaba en nuestro país y qué mejor manera
de hacer memoria que una obra literaria, la cual implica una
manera de la representación de la realidad, esa realidad
exterior de los acontecimientos sociales que determinan la
realidad de los hombres o de un país entero.
En Soriano la literatura aparece como una realidad dolorosa,
como una indagación sobre el devenir nuestro y sus
pasos angustiados en un país convulsionado.
El lenguaje es otra de sus características; va hacia el
lenguaje hablado, a las particularidades del propio pensamiento.
Usa un lenguaje diario, el de boca en boca que se gasta con el
uso. Reproduce el lenguaje coloquial, el habla de los personajes
es como en la vida cotidiana.
Soriano hace en estas dos novelas una observación profunda de la realidad local.
Parte de una situación individual para ir a lo nacional.
Exceptuando lo trágico, humillante y horroroso, el exilio
confirmó que su soledad y tristeza eran compartidas
con todos los argentinos y le dio cierta perspectiva:
descubrió mejor la realidad argentina y le dio la libertad
necesaria para escribir.
Autoras:
Aldana Antonutti
Paula Britos
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE DERECHOS Y CIENCIAS
SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
CÁTEDRA DE MOVIMIENTOS ESTéTICOS Y CULTURA
ARGENTINA
[1] ARIAS, Maria
Fernanda y GARCIA HERAS, Raúl. "Carisma disperso y
Rebelion: los partidos neoperonistas". En: Perón del
exilio al poder.
Cántaro. Buenos Aires. 1994
[2] SORIANO,
Osvaldo "No habrá mas penas ni olvido".
Prologo. 1ª ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[3] ARES, Carlos.
Entrevista
para "La Maga". En: "No habrá mas penas ni olvido".
1ª ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[4] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[5] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[6] SAMOILOVICH,
Félix. "Soy una montaña". En: Homenaje Nº 20
Revista "La
maga". Buenos Aires. 1997
[7] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[8] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[9] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[10] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[11] SORIANO,
Osvaldo. "No habrá mas penas ni olvido". 1ª
ed. Booket. Buenos Aires. 2007
[12] Soriano, Osvaldo.
"Cuarteles de invierno" 3º ed. Seix Barral, 2008
[13] Soriano, Osvaldo.
"Cuarteles de invierno" 3º ed. Seix Barral, 2008
[14] Piglia, Ricardo.
Génesis y escritura de
Cuarteles de invierno en "Cuarteles de invierno" 3º
ed. Seix Barral, 2008
[15] DIAZ, Claudio.
Literatura y Política. Mimeo. 2006
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